La Vall de Gallinera
El convento de Benitaia perteneció a los frailes descalzos de la orden de San Francisco y fue fundado el día 11 de junio del año 1611, después de la expulsión de los moriscos, bajo el patronato del duque de Gandía.
El terremoto de 1644 lo destruyó parcialmente, pero fue reconstruido y habitado hasta las desamortizaciones del siglo XIX, que lo dejaron desierto.
El convento se situaba a unos 150 metros de Benitaia en dirección a la Foradada. Actualmente, solo quedan unos pocos restos (sobre todo los contrafuertes del lado norte) que surgen a través de los muros de la nueva planta de un calvario rodeado de altos cipreses. Este recinto, todavía de carácter religioso, pertenece a la parroquia de Benissivà.
Los restos de las capillas corresponden a dos pasos del Vía Crucis que conectaba Benitaia con el convento, para los cuales se amplió una plazoleta incluida en el mismo. Es posible que el actual calvario corresponda al lugar donde se situaba el claustro del antiguo convento, señala el lugar donde se encontraba la plaza donde concluía el Vía Crucis.
El convento también poseía una balsa, todavía visible recientemente, hasta que a principios de la década de los noventa, todo fue destruido con los aterramientos y la remodelación de la zona. Se dice que el convento era de pobre arquitectura y pequeñas dimensiones, y construido con materiales efímeros, pero sabemos que tenía que contener una pequeña iglesia donde había una capilla dedicada a san Pascual Bailón.
Uno de los escasísimos elementos que ha sobrevivido del desaparecido convento es una bonita fuente de dos manantiales, todavía operativa, en la cual se puede leer la fecha de 1741 grabada a la piedra.
También sabemos que el convento disponía de un cementerio propio donde, además de los frailes, también podían ser inhumadas aquellas personas que lo solicitaron en su testamento.
Dos veces en el año, el 4 de octubre y el 9 de marzo, se produce la alineación solar del convento con la Foradada. Gracias a las investigaciones de José Lull y la publicación de su libro, hoy sabemos que el convento se construyó en aquel lugar precisamente por este fenómeno.(1)
(1)Torro i Abad, J. (1986) Església i moriscos a la Vall de Gallinera (1578-1583). Aspectes econòmics de l'enfrontament. 1er congrés d'estudis de la Marina Alta.