Esta cueva está situada en el extremo más oriental de la sierra y cuenta con una cavidad de unos cuatro metros de anchura y aproximadamente unos siete metros de altura. Ha sido aprovechada para distintos quehaceres a lo largo del tiempo a causa de su situación estratégica. En su interior encontraremos una gran diversidad de piezas y fragmentos cerámicos, de bronce, vasos... En el Neolítico se utilizaba como vivienda y, seguidamente, como cueva funeraria. Posteriormente, en la época íbera, pasó a utilizarse como santuario, que perduró hasta la época romana. También era un punto de referencia para los marineros, ya que los ayudaba a orientarse para localizar el río Girona.
¿Posibilidad de visitas guiadas? Sí.