Antiguamente, formaba parte del arrabal de tierra amurallado. Las investigaciones de los historiadores locales y las excavaciones realizadas demuestran que esta zona constituía una parte de la ciudad árabe, la medina, anterior a la conquista cristiana del siglo XIII, con sus casas de baño, molinos, hornos, etc.
Los arrabales, incluyendo el marinero, eran, junto con la alcazaba y la albacara, la estructura urbana de la ciudad, conformando un espacio urbano de tres recintos concéntricos amurallados. En 1297, el rey Jaime II hizo trasladar toda la ciudad al interior del castillo y alrededores, en los terrenos donde en tiempos árabes se situaban la alcazaba y la albacara, formando lo que se conoce como vila vella, por motivos defensivos y de refuerzo de la ciudad como bastión militar.
Las murallas, junto con las casas del arrabal de tierra, fueron diluyéndose, a pesar de que una parte de ellas permaneció bien porque no se llegaron a destruir o porque se reconstruyeron. De hecho, todavía hoy en día, las murallas árabes del norte del barrio de Les Roques son una buena muestra.
El barrio es, además, la puerta de acceso al castillo de Dénia, y presenta poco tráfico, tranquilidad y casas de alturas bajas. También es una zona muy próxima al centro de la ciudad.