La ermita de Sant Antoni Abat o de Sant Antoni del Porquet se encuentra aproximadamente a un kilómetro al este de la población de Pego, en la partida agrícola de Benisuleima, rodeada de campos de cultivo. Se llega a su emplazamiento siguiendo el camino de Sant Antoni, carretera rural que nace de la CV-715 en su salida del casco urbano. A su alrededor se ha acondicionado una explanada y una zona arbolada con bancos y mesas.
Igual que otras ermitas pegolinas, la dedicada a san Antonio se construyó en el que era lugar de moriscos con propósito evangelizador y para servir de lugar de culto a la recientemente convertida población musulmana. En este caso, se trataba de lo que fue la alquería islámica de Benisuleima o Beniçuleima, creada a su vez sobre una villa romana de los primeros siglos de nuestra era.
La ermita se fundó en el siglo XVI durante el reinado de Felipe II y permaneció como propiedad municipal hasta 1921. Como no podían hacerse cargo del coste de su restauración y mantenimiento, se cedió su patronazgo al vecino Joaquín Sendra Siscar a cambio de su compromiso de rehabilitar y conservarla en perfecto estado a sus expensas. Desde entonces, ha continuado bajo patronazgo privado y su estado de conservación actual es excelente.
Asentada sobre una plataforma ligeramente elevada, la ermita es un edificio de venerable aspecto, cuya fábrica de masonería se ha dejado a la vista, con cadenas de sillares y ladrillos en esquinas y vanos, contrafuertes y cubierta de tejas a dos aguas. En el lateral derecho tiene adosada la vivienda del ermitaño y la precede un porche o atrio con arco de medio punto escoltado por cipreses y un retablo cerámico con la imagen del santo titular. Estas dos dependencias fueron añadidas posteriormente a la construcción del templo primitivo. En la cabecera sobresale el pequeño cuerpo de la sacristía, de menor altura y cubierta independiente. La espadaña, vacía, se levanta sobre el caballete del tejado, por encima del muro de los pies de la capilla.
Traspasado el porche accedemos a la ermita propiamente dicha por la puerta de entrada, también en arco de medio punto y con una ventana a su derecha. La nave única queda dividida en dos tramos por un arco apuntado que arranca desde el suelo, blanqueado como el resto de paramentos. El presbiterio se eleva sobre graderío y, después del altar exento de piedra, existe en la recta cabecera un retablo neoclásico con gran hornacina central flanqueada por columnas que acoge la clásica imagen de san Antonio con su inseparable porquet (cerdito). A ambos lados hay nichos con tallas de la Inmaculada y san José con el Niño, y a la izquierda el acceso a la sacristía.
En otros tiempos se conservaba un antiguo retablo pintado representando al santo titular y a san Roque, datado posiblemente en el siglo XVII y custodiado ahora por los propietarios de la ermita.
Se celebra romería en la ermita el domingo más próximo al 17 de enero, fecha de la festividad del santo. Los romeros parten a las diez de la mañana del Pla de la Font acompañando la imagen del santo y en la ermita se oficia misa, después de la cual se procede a la tradicional bendición de los animales, siendo costumbre dar tres vueltas completas alrededor del templo, porque se dice que esto previene de los dolores de barriga. En sus alrededores se instala un animado porrat o mercadillo con productos artesanales y se reparten los buñuelos de Sant Antoni bendecidos.