La ermita de Santa Paula es la más próxima al casco urbano de las ermitas medievales existentes en Dénia.
La fecha de construcción se desconoce, pero la tradición vincula su fundación a la figura de Sor Catalina Bas, una ermitaña que, a finales del siglo XIV y principios del XV, promovió la construcción de la ermita sobre una antigua alquería como primera dependencia de un monasterio dedicado a santa Paula, pero su muerte le impidió continuar la obra.
Este templo ha sufrido muchas modificaciones desde sus inicios, la más profunda tuvo lugar en el siglo XVIII.
La parte exterior nos deja entrever la cubierta de tejas a dos aguas y una fachada en la cual se encuentra la puerta de acceso adintelado de sillares de piedra, sobre la que puede verse una hornacina vacía y, rematando el triángulo de la cornisa, la espadaña de baldosas con su campana.
Este acceso no es el original, puesto que fue abierto en una intervención realizada en el siglo XVIII. La puerta original se descubre bajo un arco de medio punto en el muro septentrional.
En el interior, descubrimos una nave rectangular dividida en tres tramos donde podemos observar pedrisco corrido en los menajes de los dos primeros tramos. El techo visible de vigas de madera oculta la verdadera cubierta saneada en época moderna. En el testero, detrás del altar, hay una especie de pequeño retablo con peana sobre la cual se encuentra la imagen de santa Paula, talla de 1943 del escultor e imaginero valenciano Antonio Greses Ferrer, el pendón procesional y otros objetos de culto.
La fiesta de Santa Paula se celebra el día 26 de enero, patrona de las viudas. Tradicionalmente, se sube en romería hasta la ermita de Santa Paula donde se realizan bailes y un porrat (mercadillo de dulces tradicional), aparte de la misa correspondiente.