El paraje de la Rana es uno de los parajes más emblemáticos de la localidad. Se trata de un sistema de riego de origen musulmán que regaba la llamada horta de la Rana. Este sistema es un conjunto perfectamente alineado que incluye dos pozos, un molino de viento, la fuente y el lavador de la Rana. También se tiene que destacar el Arbre de la Rana, árbol plantado en 1915 por el doctor Moratal, médico y después alcalde de Gata.
Las raíces de este árbol beben de todo el sistema de riego que baja de los pozos de más arriba. Según leemos en el Catálogo de árboles monumentales y singulares de la Comunidad Valenciana, este eucalipto fluvial rojo (Eucalyptus camaldulensis) tiene 106 años, una altura de 37,25 metros, un perímetro de 6,12 metros y es de propiedad pública con un entorno protegido de 27,60 metros cuadrados. El 15 de agosto de 2020 sufrió un incendio, por lo cual, actualmente, está vallado.
Junto al eucalipto se encuentran los restos de un lavadero que ya existía en época musulmana, del cual todavía se conservan cinco arcadas del desaparecido techo. Este se llena de agua gracias a la salida que brota de la acequia subterránea. Un barranco comunica desde la otra parte donde se puede ver un pozo tapado y, junto a este, un molino. En la actualidad, todos carecen de aspas y cubiertas, a duras penas conservan los mecanismos de madera y las muelas circulares de piedra, y su grado de conservación es bastante regular. En Gata hay dos molinos de viento del siglo XIX, utilizados por los vecinos del pueblo para moler el grano y obtener harina. Los dos se encuentran en un tozal en la entrada del pueblo, son visitables y accesibles por el nuevo sendero que se ha creado recientemente.