Llegaremos descendiendo por la calle Gavilà hasta la zona de estacionamiento situada a la izquierda de la playa. Se puede acceder al agua por la playa de arena o por la escalera que hay al lado de las rocas del espigón. Su fácil acceso y su rica biodiversidad invitan a recorrer los fondos marinos de esta cala con niños y niñas dispuestos a descubrir sus tesoros ocultos.
Nos dirigiremos hacia la izquierda para iniciar una travesía de 35 minutos aproximadamente, en paralelo a la escollera, para coger un poco de profundidad.
En la parte más alta de estas rocas el fondo es de escasos dos metros y la base se sitúa a unos ocho metros. Después de rodear este paisaje montañoso, invertiremos el sentido de la marcha para volver a la costa por la pradera de posidonia. Los bloques de rocas recubiertas de algas rojizas marrones, así como por abundantes ejemplares de alga cola de paco (Padina pavonia), nos indica una buena salud de las aguas. Entre la posidonia se esconden tordos y patrullan espetones en búsqueda de agujas y otras pequeñas especies. Es habitual localizar entre las rocas y las posidonias estrellas y erizos de mar. (1)
Servicios y actividades:
Esnórquel, vela, windsurf, kayak, senderismo, quiosco, parking, lavabos públicos durante el verano y ducha para los pies.
- Distancia: 0,44 km.
- Desnivel positivo: 8 m.
- Desnivel negativo: 8 m.
- Altitud máxima: 9 m.
- Trailrank: 14.
- Altitud mínima: 0 m.
- Tipo de ruta: circular.
(1) Información extraída de la web www.benissa.net