Benissa, municipio situado en la parte sur de la comarca, prácticamente el más meridional, posee el término municipal más extenso de toda la Marina Alta con 69,7 km². El pueblo se encuentra a 254 metros de altitud y cuenta actualmente con 11.462 habitantes, conocidos con el gentilicio de beniseros y beniseras.
HISTORIA
El término municipal de Benissa tiene una vasta extensión que presenta una orografía heterogénea. Cuenta con 4 km de costa ubicados entre el peñón de Ifac y el Portet de Moraira, formada por pequeñas calas y acantilados. En su parte central destacan las partidas rurales con cultivos de secano, mientras que en la parte más interior las protagonistas son las grandes montañas como son Bèrnia y la sierra del Ferrer.
El hallazgo de pequeñas pinturas rupestres nos indica que los asentamientos humanos se remontan al menos hasta el Neolítico, mientras que el paso de los romanos queda ampliamente documentado por los restos de monedas y ánforas descubiertos en el fondo de nuestro litoral.
Sin embargo, para el origen del topónimo que da nombre a Benissa (bani Isa) hay que esperar hasta el periodo de influencia musulmana, ya que el vocablo es de procedencia árabe, igual que muchas de las partidas de Benissa, como Benimallunt, Ràpita o Alfama. Benissa —junto a Teulada, Dénia, Calp, Pego, Xàbia, Murla u Ondara— fue uno de los núcleos poblacionales eminentemente cristianos. Con la conquista cristiana de Jaime I, llegó también la fundación de nuevas villas para la población recién llegada cristiana. Benissa está considerada, junto con Murla y Ondara, villa cristiana mixta, con arrabales o morerías para la población musulmana separada de la cristiana. Esta población, la cristiana, constituyó el grueso de la villa benisera mientras que la población musulmana se quedó en las alquerías andalusíes rurales dispersas: Benimallunt (11 casas), Albinyent (11) y Benimarraig (4).
Hay que destacar que, durante los siglos XV y XVI, la villa de Benissa sufrió numerosos ataques de piratas berberiscos. Después de la expulsión de los moriscos (1609), su geografía fue repoblada por gente procedente de los Pirineos, Cataluña y Aragón y, en menor cantidad, de las islas Baleares, concretamente de Llucmajor. De esta época datan las murallas que circundan la villa, los restos de la cual quedan todavía pequeños vestigios.
FIESTAS
- Las fiestas patronales en honor a la Puríssima Xiqueta se celebran el cuarto domingo de abril.
- La Fira i Porrat de Sant Antoni se desarrolla desde el segundo al cuarto fin de semana de enero.
- Los Moros y Cristianos se celebran del 26 al 29 de junio.
- Las fiestas de las partidas rurales: en julio tienen lugar las fiestas del barrio de Sant Antoni y de las partidas de Pedramala, en honor a san Vicente Ferrer; de Benimarco, en honor a san Jaime; de la partida de Santa Anna el 26 de julio dedicadas a la patrona, y de la partida de Lleus el 29 de julio en honor a los Santos de la Piedra Abdón y Senén. Por su parte, en agosto es el turno de Pinos, en honor a santa Bárbara; de Berdica, en honor a san Joaquín; y de Benimarraig, en honor a santa Tereseta del Niño Jesús. Durante el mismo mes también se celebran las fiestas populares de la playa de la Fustera; de la Costa-Camarroja-Collao; Benimallunt y por último de la playa Advocat-Baladrar.
GASTRONOMÍA
- Puchero de pulpo: un clásico marinero, versión del puchero tradicional pero con pulpo.
- Clafolls de cebolla y anchoa: se trata de un plato humilde muy característico de la zona, con cebollas hechas a la brasa. Se les sacan las diferentes capas de la cebolla asada y se sirven con una anchoa en su interior y con un buen chorro de aceite de oliva.
- Mullador de bull: plato para picar hecho a base de tripa de atún salada y guisada.
- Si nos gusta el horno tradicional, podemos probar toda clase de cocas al horno con embutido, o los tradicionales y conocidos caspells, una especie de galletas saladas crujientes, con aceite y sal.