Beniarbeig, municipio situado al final de la Rectoria, en la llanura del curso bajo del río Girona, y en las faldas del sector norte de Segària. Con una superficie de 7,4 km² y 2.227 habitantes, conocidos con el gentilicio de beniarbeginos y beniarbeginas.
HISTORIA
Los restos arqueológicos que podemos encontrar en este municipio notician sobre asentamientos desde la prehistoria, con los materiales que se encontraron a la cueva de Bolumini; pasando por los íberos, con el yacimiento del Passet de Segària; o numerosos restos romanos dispersos. Aun así, el núcleo poblacional es plenamente de época andalusí medieval. Se trata de una alquería musulmana de base clánica como su nombre indica; según Coromines sería una evolución del árabe Bani Arba Hagg (‘hijos de los cuatro peregrinajes’). Esta alquería no era la única, ya que junto con las otras dos alquerías desaparecidas —Beniomer y Benicadim— se erigieron en parroquia de moriscos en 1535. Actualmente quedan en la toponimia como partidas rurales, aunque en el caso de Beniomer se conserva un molino, referenciado desde el siglo XIII.
En 1609 fueron expulsadas las 82 familias moriscas que habitaban las tres alquerías: Beniarbeig, Beniomer y Benicadim. Las casas y tierras fueron repobladas con gente de la comarca, con alguna aportación balear como podemos observar en la herencia isleña de apellidos como Boronat, Moll o Llull.
El río Girona marca la estructura del urbanismo de Beniarbeig. El puente original que divide en dos el pueblo se lo llevó una riada histórica el 12 de octubre del 2007, un acontecimiento que fue retransmitido en directo por la televisión valenciana e inmortalizado en una canción sobre el cambio climático del conocido grupo de música en valenciano La Gossa Sorda. El puente viejo desapareció, pero se pudo recuperar uno de los cuatro arcos y fue reconstruido como monumento en la ribera del río.
El río y la gestión hidráulica envuelve todo el término municipal, con un simple paseo por sus caminos podemos observar las referencias en la toponimia local así como en los restos e infraestructuras hidráulicas que se conservan: balsas, molinos, acequias, norias o azudes son algunos de los ejemplos que lo demuestran. La riqueza hídrica del pueblo hizo que después de la crisis de la filoxera se cambiasen todas las viñas por el nuevo cultivo de regadío creciente de principios del siglo XX, los cítricos, que trajeron un reflote económico agrícola. Las preciosas casas de la calle Major, el antiguo ayuntamiento o las escuelas viejas son una muestra de la arquitectura civil de finales del siglo XIX y principios del siglo XX que atestiguan el buen rendimiento de ese cambio.
FIESTAS
- Las fiestas de Sant Domènec se celebran el primer fin de semana de agosto.
- Las fiestas de Sant Roc se celebran la última semana de agosto.
- La fiesta de Sant Antoni se celebra el 26 de enero.
GASTRONOMÍA
- El arròs amb fesols i naps (arroz con judías y nabos) es uno de los platos más conocidos en Beniarbeig y el que más historia tiene. Se suele consumir en invierno. Consiste en un arroz meloso, de caldo espeso y se prepara en calderos altos, sobre leña y con cocción lenta para que todo quede muy tierno.
- La gamba amb bleda es una de las comidas más típicas de la comarca, especialmente relacionada con los municipios del curso bajo del río Girona, junto a otras recetas propias de lugares con río como la anguila. Aunque su nombre diga que es con gambas, en realidad es una variedad de camarón de agua dulce o camarón de río, acompañado de acelgas.
- El arroz al horno se elabora en cazuela de barro. Consiste en un arroz con patata, tomate, garbanzos, costilla de cerdo y una cabeza de ajo.