Este mes los compañeros y las compañeras de Pasaporte Marina Alta nos proponen que probemos una de sus rutas-experiencias, se trata de su propuesta: Entre Naranjos por Pedreguer, Ondara y el Verger. “En esta ruta-experiencia el paisaje agrícola de naranjos es el protagonista. Se propone un paseo suave por caminos y carreteras poco concurridas donde transcurre el día a día de las personas que cultiven y trabajan estos árboles.”

Pasaporte Marina Alta

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Por eso, el equipo de la MACMA nos hemos puesto la mochila a las espaldas y hemos ido a explorarla, resiguiendo las indicaciones de Pasaporte Marina Alta. Y este ha sido el resultado; etapa a etapa y pueblo a pueblo, te iremos desvelando la historia y curiosidades de los lugares que hemos visitado en esta excursión, de la que nosotros hemos disfrutado mucho y ahora esperamos que la disfrutéis vosotros también.

UN POCO DE HISTORIA. Sabemos de donde venimos para decidir donde vayamos.

Desde la MACMA, la experiencia que hemos planteado para el mes de marzo, tiene que ver con el paisaje agrícola, una ruta que podéis disfrutar con los 5 sentidos, desde el olor de la flor de azahar, el gusto de los vinos y licores de nuestra tierra, sentir el ruido de las olas cuando chocan contra las piedras del mar, disfrutar con la vista del paisaje de la llanura cubierta de naranjos en flores, o notar con el tacto de los tejidos y materiales de la marroquinería.

Esta excursión os permitirá conocer cuatro pueblos de nuestra comarca, Pedreguer, Ondara, El Verger y Els Poblets.

En este caso, el hilo argumental de la excursión serán los naranjos. Y, por qué la proponemos el mes de marzo? Este es el mes en que, algunas variedades de naranjo, empiezan a florecer. Época en que el aroma de la flor se asocia a la llegada del buen tiempo.

La llegada de los naranjos en el territorio se remonta en la entrada de los musulmanes en el siglo X, pero no son los mismos naranjos que conocemos a estas alturas. La primera variedad que se introdujo fue la Citrus aurantium, un tipo de naranja amarga, la cual la usaban tanto para licores y confituras, como para la decoración de jardines por su flor y su aroma. No es hasta los siglos XV y XVI que llegaron de Italia y Portugal la variedad de Citrus sinensis, los primeros naranjos dulces. En el siglo XX, la gran mayoría de variedades cultivadas eran las naranjas blancas, sanguines y las Whashington Navel, esta última llegó desde Estados Unidos el 1910.

Respecto al cultivo de cítricos en la Marina Alta, no empezó a tomar importancia hasta finales del siglo XIX, momento en el cual la segunda plaga de la filoxera forzó a muchos de los labradores a cambiar de tipos de cultivo, de la pasa a la naranja. Hecho que solo se daba en aquellas poblaciones que permitían implantar cultivos de regadío las cuales se concentran principalmente a ambos lados de Segària, con toda la cuenca del Girona, el valle de Pego, l'Atzúbia y Forna.

Como consecuencia de este hecho, el comercio de la citricultura era cada vez más importante en buena parte de la comarca, llegando a un punto de gran expansión a principios del siglo XX, caracterizado por la exportación internacional del producto, como Nueva York y Reino Unido. Gracias a la decisión que tomaron de cambiar el tipo de cultivo, muchas familias de la zona se pudieron permitir construirse casas y realizar estudios universitarios. Actualmente, todavía podemos observar algunas casas que se construyeron en la época de expansión de este cítrico.

Curiosidades:
 

• Basquet. Caja o cesta que se utilizaba para transportar el producto de cultivo, como la naranja u otras frutas recolectadas. Este nombre es un anglicismo que proviene de la palabra Basket que significa cesta y que se ha quedado en nuestra comarca a raíz de la exportación a tierras de habla inglesa.
• A los niños y las niñas los encantaba la naranja sanguineli, la hacían blanda a base de aplastarla con las manos y después cortaban la parte de arriba de la naranja y la chupaban, era para ellos y ellas como una chuchería puesto que es una variedad muy dulce con cierto regusto a hueva.
• Otra de las curiosidades populares era la de comprar naranjas a los mismos productores que se disponían a las salidas y caminos de paso principales, todavía hoy en día podemos comprar naranjas, limas y mandarinas en paradetes al lado de la carretera N 332, a la altura del Verger.

JORNADAS PROPUESTAS. Paso a paso vamos haciendo camino.

La excursión empezará desde Pedreguer, concretamente desde la rotonda de la acequia (rotonda en la cual se cruzan la Avda. Constitución, la Avda. Ausiàs March, la Avda. Joan Carles y el C/Tirant lo Blanc). Este es un buen lugar donde aparcar.

En la rotonda podréis observar la escultura de hierro del artista de Xàbia, Toni Marí. Se trata de una acequia, un elemento fundamental para la distribución del agua hacia los bancales de naranjos. Las acequias son un sistema de regadío conformado por redes complejas en el que la acequia madre toma el agua de lugar de origen y alcanza a las acequias hijas. La acequia está abriendo un partidor para regar a ”a manta”, la escena está acompañada por una farola, puesto que la persona encargada de la acequia empezaba a trabajar todavía por la noche y está acompañada por su fiel compañero, su perro. El conjunto está acompañado por viñas y naranjos, en clara alusión al cambio de secado a regadío que hemos comentado anteriormente. Además la Asociación cultural Los Pòrxens ha estrenado últimamente el documental ‘Sequiers: El oficio del agua en Pedreguer’ (próximamente disponible en línea).

Seguidamente, andaremos en línea recta por la avenida de la Constitución (dirección en el centro urbano) y por la calle Mestre Serrano hasta llegar a la Plaza Mayor. En la plaza nos encontraremos la iglesia de la Santa Cruz de Pedreguer, actual templo parroquial del municipio, y los Pòrxens, una construcción, de finales del siglo XIX, elaborada con el fin de proporcionar una cobertura al mercado municipal, el cual todavía se celebra cada sábado.

Seguiremos nuestra excursión en dirección a la ermita de San Blas, pasando por el clásico zig-zag del camino del Calvario (también se puede acceder en coche). Esta capillita fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII, aunque fue reconstruida debido a un incendio que causó muchos desperfectos. Desde este punto, un poco más alta, podremos apreciar el pueblo de Pedreguer y toda la llanura que lo rodea con el cultivo de naranjas.

Después bajaremos por otras calles hasta la calle Gabriel Miró, donde se encuentra la Casa Municipal de Cultura, que antiguamente era la escuela hasta la década de los noventa del siglo XX, que ya cambió su uso. Justo delante encontramos la Glorieta de la Cruz con el monumento en Homenaje a las Barxeres, que son aquellas mujeres que trabajaban la ripia en el municipio.

Mientras recorréis las calles de este pueblo, antes de ir al siguiente, se recomienda que pasáis por algunas tiendas donde podréis adquirir productos de marroquinería y de labores.

Finalmente, os recomendamos que acabáis la visita yendo al Abrevadero y Font, un monumento construido en 1958 y su principal función era suministrar agua en la población y animales, está ubicado en una de las entradas en el municipio.

Una vez hemos visto el pueblo de Pedreguer y algunos de los elementos más emblemáticos del municipio, iremos al siguiente, Ondara.

Un lugar donde podemos aparcar el coche con facilidad es el parking gratuito de la calle Naciones sin Estado e iremos andando a observar el exterior de la Plaza de toros, inaugurada en 1901 con el objetivo de crear la única plaza de toros entre València y Alicante y tener un edificio emblemático con el que ver y apreciar la época de abundancia económica en La Marina Alta con la elaboración de la pasa.

Si seguimos por fuera de la plaza, justo al lado encontraremos el Prado, construcción de los años cincuenta destinada al mercado municipal de productos de proximidad. Fue uno de los mercados de abastecimiento más importantes entre Alicante y València junto al prado de Gandia. Actualmente, continúa haciéndose el mercado cada miércoles al exterior del recinto con paradas de saladuras, verduras en salmuera, frutas  y verduras, carne y otros muchos productos.

A continuación atravesaremos el puente y nos situaremos en la plaza del convento, donde podemos ver la Fuente de la Alcachofa, construida en el siglo XIX para suministrar agua potable en todo el municipio. Junto a la Font podemos ver el Ayuntamiento, antiguo convento de los Mínimos y la Casa de la Cultura del municipio. Justo detrás está la plaza mayor donde se encuentra la Torre del Reloj, la única torre defensiva que queda en pie del Castell-palacio de Ondara.