El barranco del Infern es un abrupto y espectacular barranco situado entre las poblaciones de La Vall d’Ebo y La Vall de Laguar, en la Marina Alta. Lo atraviesa el río Girona. Es el barranco para la práctica del barranquismo más importante del País Valenciano.

Tiene un gran interés geológico y arqueológico, puesto que contiene numerosos abrigos con diferentes estilos de pinturas rupestres (arte levantino, arte esquemático y arte macroesquemático). Se puede realizar una vuelta senderista, de altísimo valor geológico y botánico, utilizando las peculiares y características sendas de herradura con escalones que separan Fleix y Benimaurell de sus respectivas Juvees d’Enmig y Juvees de Dalt. Estos peldaños fueron construidos por moriscos, que se establecieron en esta región en el siglo XVII, huyendo de las tropas cristianas.

El lugar más emblemático de la zona transcurre entre pozos profundos, cantos rodados y toboganes naturales cuya profundidad parece llegar hasta el mismo centro de la tierra, motivo por el cual ha merecido el nombre de barranco del Infern. En la salida del cañón, la erosión del río ha esculpido una amplia bóveda natural de enormes dimensiones.

El recorrido es un lugar especial para los amantes del barranquismo con nueve kilómetros de saltos, cascadas y marmitas de gigante. Requiere destreza y conocimientos de espeleología, puesto que hace necesario el uso de material de escalada.