La ermita de la Mare de Déu del Carme o ermita del Castell se encuentra en primera línea de costa, frente a la puerta de acceso del castell de Moraira, separado de él por unos pocos metros, junto a una pequeña parcela ajardinada en la calle del Castell, en las proximidades de la playa de la Ampolla.

La historia de esta ermita está vinculada con la de la fortificación junto a la cual se encuentra un importante fortín construido en 1742 como defensa ante los ataques de los piratas berberiscos que en aquellos días amenazaban nuestras costas. Parece ser que en su interior existía una capilla, precedente del exterior actual, que fue dotada con imágenes y objetos de culto por el arzobispo Mayoral al poco de la construcción de esta.

La ermita es un edificio reducido, de aspecto cúbico, construido sobre una plataforma de piedra, cuya fachada mira hacia el mar y a la entrada de la fortaleza. Posee cubierta de tejas a dos vertientes y una pequeña cruz de forja sobre el hastial, único indicio de que se trata de un edificio religioso. Sus paredes están blanqueadas excepto en las esquinas y abertura de la puerta donde se han pintado en color ocre cadenas de sillares. La única ventana es una pequeña abertura en el lateral izquierdo, a la altura de la cabecera y bajo el alero. La puerta de entrada es rectangular de madera con viga del mismo material en el dintel. En el reducido interior se ha dejado a la vista la fábrica de mampostería. Sobre un altar en el testero con numerosa imaginería de pequeño tamaño, preside en la única hornacina una talla de san Juan Bautista.