Castell de Castells
Las ruinas de la ermita del Pla de Petracos se encuentran a unos cinco kilómetros al norte de Castell de Castells en dirección a Benigembla.
La construcción de esta ermita empezó después del decreto de expulsión de los moriscos en 1609, no obstante, nunca fue acabada.
Hacia 1870, el rector de Castell de Castells recaudó fondos para acabarla, pero estos fueron robados y la ermita quedó abandonada. A pesar de esto, continúa mereciendo la pena visitarla por su valor histórico y artístico.
Lo que queda de la edificación es un recinto cuadrangular de dimensiones reducidas construido con muros de mampostería reforzados por dos contrafuertes a cada lado. No existe ninguna cubierta. La entrada se abría bajo arco de medio punto y por encima de esta todavía puede verse un óculo redondo. En la pared opuesta, en el que debió de ser el testero, hay otro acceso abierto porque, al parecer, fue utilizado como corral para ganado.
No se puede acceder en el interior, puesto que está completamente invadida por vegetación.