Fue explorada el día 24 de enero de 1954 por el CE de Alcoi, siendo el primer espeleólogo que tocó su base Rafael Pla, seguido de José Navarro Claudio Blanquer y Fernando Llovet de Pego. En su tiempo, tuvo una gran repercusión por ser la segunda vertical del mundo solo precedida por la sima de La Pierre Saint-Martin.
Siguiendo la carretera de Pego a Ebo. A unos 110 metros antes de llegar al kilómetro 11, se abre una pista a la derecha de la carretera, la cual tomaremos. Siguiendo el camino y a unos 500 metros de recorrido se observa a la izquierda y en la ladera derecha del barranco por el que se sube, a la otra parte de unos bancales, la sima en cuestión.
La boca de la sima es de grandes proporciones, alcanzando los 15 x 12 metros de superficie, seguida por un amplio tubo. Las paredes del límite noroeste se elevan sobre las opuestas unos 8 metros, aunque la boca queda confundida con lo abrupto del lapiaz.
A la sima se llega por el borde sureste, observándose en sus primeros metros arbustos, enredaderas y árboles.
La topografía es muy sencilla, ya que se trata de un gigantesco pozo de 127 metros de vertical absoluta y 142 metros de profundidad, con una anchura media de 15 metros. El gran pozo, más o menos cuadrangular, queda formado por paredes prácticamente verticales. Truncado a los 15 metros por una plataforma muy inclinada en su parte sursureste, el resto sigue su verticalidad. A los 60 metros vuelve a presentar al sureste una nueva plataforma escalonada descendente, de unos 15 metros de vuelo, hasta alcanzar los 72 metros. A partir de este punto se abre una gran campana de más de 25 metros de largo por 20 de ancho, alcanzando los 110 metros.
La planta presenta una estancia de 13 metros de anchura por 30 de largo, dispuesta de nornoreste a sursuroeste con un gran cono de derrubios que buza al nornoreste, profundizando en este extremo los 142 metros desde el labio superior del brocal de entrada. Al oeste, una gran colada nos conduce a una pequeña sala cuajada de concreciones, a partir de la cual se observa una chimenea profunda que se eleva hacia superficie. Al sureste y ascendiendo por la pared se alcanza una terraza de pequeñas dimensiones y muy concrecionada.