El origen de esta iglesia y convento, así como el nombre de la población de Jesús Pobre, nace cuando el Pare Pere encontró la imagen de un Cristo Yacente que se llevó a la ermita del Montgó, donde se había establecido ofreciendo una primera misa en 1649. Allí recibió la inspiración divina de fundar una ermita y un hospicio, lo cual llevó a cabo en la antigua población de Benissadeví llevando allí su Cristo, al cual venía llamando Jesús Pobre.
La iglesia de Jesús Pobre se construyó entre los años de 1660 y 1668 y el hospicio se convirtió en convento de frailes franciscanos. Hay que decir que el mismo Pare Pere llegó a acudir a la corte de Madrid reinando Felipe IV y consiguió que la fundación tuviera el patronazgo real de la reina Isabel de Borbón, así como el de su hija María Teresa de Austria y otras mujeres nobles de la corte.
La iglesia es una construcción barroca rural siguiendo el modelo de las iglesias jesuitas nacidas en el siglo XVI, es decir, una construcción rectangular con nave central y crucero más anchos, capillas entre los contrafuertes y, al final, un camarín que hoy hace de altar principal, construido en la década de 1680-90.
Pero detengámonos por un momento en la portada principal de la iglesia, puesto que resulta un ejemplo singular de portada barroca tomada directamente de los tratados de arquitectura del siglo XVI. Es muy común en edificios religiosos de poblaciones pequeñas que, a pesar de que un edificio esté construido en materiales más pobres, las portadas tengan un carácter más noble y estén construidas en piedra, proponiendo un diseño más rico y decorado. No olvidamos que la portada, simbólicamente hablando, es el acceso al templo y, por lo tanto, el acceso a la casa de Dios.
La portalada está formada por un acceso con arco adintelado, es decir, una puerta rectangular con dovelas inclinadas en la parte del dintel. A los lados tiene dos pilastras en un estilo dórico cuyo fuste se encuentra decorado con cadenas, es decir, que unos sillares sobresalen sobre otros. En la parte superior se corona con un tímpano triangular que se encuentra cortado en su base y ligeramente clavado hacia adentro en su parte central. Acoge en su centro un panel cerámico con la imagen del Pare Pere rezando de rodillas y ofreciendo un aspecto teatral a través de unos cortinajes verdes que se encuentran recogidos.
Este tipo de portaladas fueron llevadas a cabo gracias al hecho de que en el siglo XVI se puso de moda el estudio y la difusión de la arquitectura clásica, creando tratados de arquitectura donde se incluían numerosos grabados con propuestas de diseños tanto de plantas y como de alzados. El tratado más difundido en la península Ibérica fue el Tercer y Cuarto Libro de Arquitectura de Sebastián Serlio que se tradujo al castellano en 1552. Aunque tuvo una gran influencia para la arquitectura del Renacimiento, en el siglo XVII se continúa copiando, aunque rompiendo y moviendo muchos de sus elementos y planteando otros propios de un gusto barroco más teatral y efectista.
Respecto a la portalada de la iglesia de Jesús Pobre, su diseño está basado en algunas de las propuestas que presenta Sebastián Serlio en su tratado. Eso se ve si se analizan cada uno de los elementos que integran las partes de la portalada, así como el estilo de pilastras, capitel, entablamento o tímpano. Esto hace que esta portada tenga un carácter original dentro de las iglesias de la Marina Alta y un valor añadido en la declaración como Bien de Interés Cultural.
Uno de los edificios artísticos más bonitos que se conservan entre las poblaciones de la Marina Alta. En el día de hoy se encuentra protegido en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Dénia y se encuentra en proceso de ser declarado Bien de Interés Cultural (desde mayo de 2020). También, recientemente, ha sido incluido dentro de los presupuestos participativos de la Generalitat Valenciana para la adquisición y compra a fin de valorarlo y crear un espacio cultural.