La ruta urbana de Ondara es una ruta fácil, de tipo circular y con una distancia de 1,71 kilómetros. Realizaremos 12 paradas para visitar los lugares más emblemáticos del pueblo.
Comenzamos este trayecto local en el edificio del Prado, construido en los años cincuenta del siglo pasado. Su función original era la de mercado de productos locales de Ondara y pueblos cercanos.
Siguiendo dirección a la plaza del Convent, encontramos la fuente de la Carxofa, construida a finales del siglo XIX, que constituye todo un símbolo para los ondarenses. Fue enterrada en la década de los setenta y recuperada en 1983.
Justo después, tenemos el Claustre del ayuntamiento, que formaba parte del antiguo convento de los Franciscans Mínims, edificio religioso alzado durante la primera mitad del siglo XVII.
Subiendo a la plaza Major, tenemos la Casa de Cultura. La señora Pepita con su marido compraron la parte de arriba que da a la plaza. En el año 2000, la corporación municipal acordó adquirirla.
A su lado está la torre del Rellotge, construcción militar medieval, la única en pie de las cuatro torres defensiva del castillo palacio de Ondara. Acoge en su interior la maquinaria de un reloj de torre de finales del siglo XIX.
Siguiendo por la calle Sant Benet, tenemos el trinquet, inaugurado en 1872 para la práctica de pilota valenciana, con una larga tradición en Ondara y toda la comarca.
Seguidamente, la casa del Mayorazgo, Bien de Interés Cultural. Imponente casa de planta cuadrangular de aspecto sólido y señorial.
Bajando por la calle de Dénia, tenemos la iglesia de Santa Anna, erigida entre los siglos XVII y principios del XVIII. La planta es de cruz latina y la nave principal está cubierta con bóveda de cañón.
Buscando la calle Verge dels Dolors, nos encontramos con la capilla de Crist, edificada a finales del siglo XIX. Consta de dos edificios contiguos: uno que es la capilla original, y el segundo que es una ampliación de principios del siglo XXI.
Bajando por la calle encontramos el lavadero, singular edificio inaugurado en el año 1950 aprovechando el agua corriente de la alberca canalizada por el azud.
Dejamos atrás la plaza del País Valencià para toparnos con la plaza de toros, inaugurada en 1901, que constituye un ejemplo de arquitectura neomudéjar. Muy dañada durante la Guerra Civil, fue reconstruida en 1957.