Singular edificio inaugurado en 1950 y concebido para que las mujeres de la población pudieran lavar la ropa en este lugar, aprovechando el agua corriente de la alberca canalizada por el azud. Su composición es muy ordenada, conjugando en el exterior aires clasicistas y en el interior reflejos de la arquitectura industrial del siglo XIX.
Recientemente, ha sido acondicionado y acoge, de manera permanente, una serie de fotografías y carteles sobre su pasado.