La Vall d’Alcalà
L'Atzubieta está considerado como el poblado morisco de mayor extensión y mejor conservado de toda la Comunidad Valenciana y constituye un ejemplo casi único de la evolución de la arquitectura rural musulmana.
La antigua aldea musulmana de L'Atzubieta se encuentra en el norte de Alcalà de la Jovada, separado por un río. Antes de la expulsión de los moriscos, allí vivían 17 familias, según el censo de 1607.
La primera referencia documental que tenemos del despoblado de L'Atzubieta data del 1356, pero algunos materiales arqueológicos indican una cronología inicial anterior a la conquista de Jaime I. Fue ocupada por repobladores cristianos a lo largo de todo el siglo XVII y se abandonó definitivamente a principios del siglo XVIII, aunque sus casas han sido utilizadas como corrales de ganado hasta épocas muy recientes.
Es un conjunto de edificaciones cuyos restos constructivos forman seis agrupaciones o islas muy próximas entre sí, aunque se dividen en dos sectores, occidental y oriental, separados por una distancia aproximada de 100 metros. El sector mejor conservado es el occidental, junto al camino.
Las casas tienen una estructura sencilla, de planta cuadrangular, con una habitación paralela a la fachada principal y un patio que ocupa gran parte del edificio. En algunos casos, hay otro habitáculo al fondo del patio o adosado, formando una L, en uno de los laterales. Los escasos departamentos servían para dormir, como taller, almacén, cocina, etc. El ancho de los muros es de 45 centímetros.
Se encuentran en este poblado los restos de una prensa de aceite tallada en la misma roca del suelo. También se conservan restos de un molino con la acequia que le suministraba el agua desde una cota más alta del río y una noria, datados de la ocupación cristiana.