Mirador a mirador iremos desvelando la historia y las curiosidades de los pueblos y paisajes que hemos visitado
Este mes de abril el equipo de la MACMA nos hemos puesto la mochila a las espaldas y hemos ido a explorar algunos miradores con vistas maravillosas de la Marina Alta, esta experiencia está pensada para hacer en coche, moto o bicicleta y descubrir la comarca de una manera diferente, a vista de pájaro. Un itinerario de tres días que combina los paisajes con la cultura, el patrimonio y la gastronomía. Mirador a mirador, rincón a rincón, desde la playa hasta el punto más alto de la Marina, iremos desvelando la historia y las curiosidades de los pueblos y paisajes que hemos visitado en esta excursión, de la cual nosotros hemos disfrutado y ahora esperamos que la disfrutéis vosotros también.
UN POCO DE HISTORIA. Sabemos de donde venimos para decidir donde vamos.
Desde la MACMA, la experiencia que hemos planteado por el mes de abril, tiene que ver con el patrimonio natural de la comarca. Hablamos de los miradores, unas estructuras diseñadas para poner a disposición de la población un espacio con una vista amplia de todo el entorno. Viajaremos y andaremos por las montañas, los caminos agrícolas de fácil acceso y las sendas para observar todo el que rodea la Marina Alta. Pero antes de todo, hablamos un poquito de estas estructuras a lo largo de la historia.
El mirador es un lugar para poder observar el paisaje, podemos diferenciar dos tipologías. Por un lado, encontramos los miradores naturales, que son aquellos “balcones” que sobresalen de una montaña, acantilado o rerrisco, o cerca de un río o mar. Por otro lado, tenemos los miradores artificiales, los que son construidos por el ser humano y que pueden tener su origen bien para ser un punto estratégico de vigilancia forestal, o bien por el alto atractivo turístico, estos miradores los podemos encontrar tanto en el ámbito natural como en el ámbito urbano. Los primeros suelen ser balcones o plataformas en una montaña o en centros de interpretación, construidos con hierro o con venir, para hacerlos más impresionantes. En el caso de los miradores urbanos, están construidos en edificios, restaurantes o viviendas para ofrecer un espacio decorado, con servicios y accesible donde poder disfrutar de un paisaje único.
A pesar de que la función de ofrecer una vista panorámica no cambia, su finalidad sí. Actualmente, utilizamos los miradores como un espacio de reclamo turístico y cultural donde poder ir a aprender un poco de historia que se ha vivido en estos, como batallas o descubrimientos entre otros, además de poder hacer fotografías increíbles.
Un uso mucho diferente al que tenían antaño. Estos eran usados segundos diferentes objetivos como el de tener una vista del entorno para ver el paso de los animales, controlar los principales cauces de comunicación… Pero sobre todo son puntos estratégicos para vigilar el entorno que lo rodea, controlar posibles ataques bélicos y facilitar una rápida actuación, frente el enemigo.
Con independencia del uso que le damos, el que está claro es el que nos aporta y nos transmite este espacio, un sentimiento de paz, tranquilidad y libertad en poder ver el paisaje, sentir el viento que corre por ante ti, sentir el ruido de los animales en libertad y el olor de la natura en su máximo esplendor.
Curiosidades:
- En la Marina Alta tenemos dos redes de miradores, las cuales cuentan con sus propias rutas que podemos encontrar en la página web de Descobrim la Marina Alta: La ruta de los miradores de Alcalalí y la ruta de los miradores de Jávea.
- En diferentes miradores de los cuales proponemos podemos ver el mismo paisaje desde diferentes puntos de vista, incluso ver otros miradores por los cuales hemos pasado.
JORNADAS PROPUESTAS. Paso a paso vamos haciendo camino.
La experiencia se realiza en tres días, donde visitaremos diferentes miradores y lugares elevados que nos permiten observar la comarca desde otro punto de vista, disfrutar de nuestras montañas y de nuestro patrimonio natural más emblemático.
Día 1 - Las Valle de la Marina y el río Girona
Empezamos el itinerario en el municipio de Pego, una zona con gran importancia medioambiental y productora de arroz. Rodeada completamente de montañas excepto al este, donde está el mar Mediterráneo, nosotros hemos empezado en el paseo Atzeneta (La Verdala), puesto que es un lugar accesible y con buen aparcamiento. Nos dirigiremos con el coche hasta el calvario y buscaremos el camino que sube al Plà de Almiserà, por este camino veremos las montañas del Xical, el Gellibre, pasaremos por el barranco del Canal hasta llegar en su punto más alto del camino, a la altura del cruce que sube hasta el fortí de Almiserà y las antenas, aparcaremos y subiremos andando para poder disfrutar de las maravillosas vistas que pueden llegar en días claros a alcanzar 75 km a la redonda: A la derecha, los municipios de l'Atzúbia y Pego, el Marjal de Pego-Oliva y al fondo el mar Mediterráneo. A la izquierda, Vall de Gallinera entre las sierras de la Agujereó y la Almirant formada por ocho pueblos: Benirrama, Benialí, Benissivà, Benitaia, la Carroja, Alpatró, Llombai y Benissili, los cuales también podemos divisar. En la bajada podremos ver la montaña del Tozal de los Cuervos y los márgenes de piedra seca que antiguamente estaban plantados de cultivos de secano (almendros, algarrobos y olivos) o en algunos tiempos incluso de viñas.
Volveremos al coche de nuevo y nos dirigiremos hacia el Mirador del Xap, al término de Vall de Gallinera, la zona está declarada microrreserva de flora, hay que tener especialmente cura en la hora de transitar, porque la flora y la fauna son muy frágiles, por lo cual hay que respetar el entorno. Desde aquí observaremos mejor la Foradà y los municipios que forman el Valle, así como el hito con la comarca vecina de la Safor.
A continuación iremos hacia el municipio de la Vall d'Ebo, ubicado en el interior oeste de la comarca, en el curso alto del río Girona, donde se encuentra una de las cuevas más conocidas de la zona, la Cueva del Rull, llena de estalactitas y estalagmitas que crean formas de varios colores, con opción de visita guiada.
En la Vall d'Ebo es un buen punto para hacer una paradeta y regalarse un buen almuerzo, puesto que a pesar de ser una población pequeña tiene una buena oferta hostalera. Al acabar visitaremos el municipio y seguiremos el camino por la CV-712 hasta el Mirador del Barranco del Infierno, pararemos unos minutos para sentir el gozo de la visión de la profundidad del barranco, de las Juvees y la Vall de Laguar, próximo destino de nuestro itinerario.
Durante la bajada por la carretera de Ebo tendremos unas vistas maravillosas de Pego y del Marjal y el mar al fondo así como la visión perfecta del castillo de Ambra al término de Pego. Una vez bajo, por la CV-715 dirección en Sagra, nos dirigiremos a la Vall de Laguar, situada en una área muy montañosa del interior de la comarca, en el curso alto del río Girona y sumergida entre esta cuenca en el curso alto y entre la sierra del Penyó o Cavall Verd a la parte sur y las sierras de Mediodía y de Ebo o los Rodrigones a la parte norte. Formada por tres pueblos: Campell o Pueblo de Bajo, Fleje o Pueblo de Enmedio, y Benimaurell o Pueblo de Arriba.
Subiremos a Benimaurell y por el camino del Pla iremos hasta el Coll de la Garga (Collao), desde allí tendremos unas vistas magníficas del Barranco del Infierno –este barranco es conocido como uno de los cañones más impresionantes del País Valenciano– y también de todo el término de la Vall de Laguar, Orba y la Vicaría, un poco más lejos también podremos divisar Ondara y Dénia enclavados entre las montañas del Montgó y Segària, y al fondo el Mediterráneo.
Después de disfrutar de estos paisajes tan emblemáticos es la hora de llenar la panza. En la Vall de Laguar hay diferentes restaurantes donde degustar la gastronomía típica de la zona, acompañados de unas buenas vistas y un ambiente acogedor. También existen diferentes rutas que unen los municipios que la forman, desde la MACMA te invitamos a hacer un paseo por los lavaderos de Laguar y visitar el Sanatorio de Fontilles, vinculado históricamente a la enfermedad de la lepra.
Para finalizar el día, os proponemos ver la puesta de sol desde las antenas de Segária, un punto elevado donde podemos subir con el coche o andando por la SL-CV 109 La Segària de Benimeli, una ruta con una gran riqueza cultural e histórica en la cual podemos observar una marcada impronta íbera y árabe. Desde las antenas podremos observar perfectamente como la comarca de la Marina Alta está completamente rodeada de grandes cordilleras claramente identificables en días claros y de las cuales podemos destacar: Bèrnia cerrando la comarca por el sur e hito natural con la Marina Baixa, la Serrella al fondo acotando con la comarca del Condado, el Marjal y el río Bullent, hito natural con la comarca de la Safor de la cual también podremos divisar su costa e incluso ver el Mondúver. Para pasar la noche, aconsejamos hacer noche por la zona de la Vicaría, Orba o Parcent, puesto que el siguiente día empezaremos desde el Mirador del Coll de Ratas.
Día 2 - El Valle de Pop y el río Gorgos
El segundo día empezaremos desde Parcent para subir hasta el Mirador del Coll de Ratas, situado en la montaña del Carrascar, macizo montañoso situado en el oeste de Parcent y en el nordeste de Tàrbena, la Marina Baixa, que separa el Valle de Pop y el Valle del Algar. Al Mirador encontraremos una maqueta de la orografía donde nos describen las vistas que podemos divisar, también desde este punto podremos ver la mayor parte del recorrido que haremos el día de hoy.
Bajaremos de nuevo a Parcent y por la CV-720 iremos hasta la localidad de Alcalalí, el municipio se encuentra enclavado en medio del Valle de Pop, atravesada por el río Gorgos. La población está flanqueada por la montaña del Seguili, el Carrascar, el Coll de Ratas y la cumbre de Azuela. Existe la Ruta urbana de los Miradores, pero nosotros visitaremos el Mirador Cocó del Garbell donde podremos observar toda la panorámica del río Gorgos y las montañas que lo rodean, y el Mirador del Valle de Pop que se encuentra dentro de la Torre Medieval del municipio, torre desde donde vigilaban los ataques de piratas y bandoleros que venían por el Coll de Ratas: Hay que consultar antes de hacer la visita el horario de apertura en el Ayuntamiento.
Continuaremos el itinerario, dirección en Xaló, nosotros escogimos hacer la ruta sábado para pegar una vuelta por las paradas típicas del Rastro de Xaló, también encontraréis el Mercado de la Tierra. Xaló tiene diferentes comercios donde poder almorzar, comer o comprar productos tradicionales y de km 0. Después de pasear por Xaló cogeremos el coche para dirigirnos en el municipio vecino de Llíber, rodeado por la sierra de Bèrnia y la del Castell de la Solana, podremos disfrutar de parajes como por ejemplo la fuente de Azuela, la partida de Marnes y Madriguera o la peña Roja.
Dejaremos el coche para adentrarnos por las calles del municipio y buscar el Mirador del Plano de Llíber, os invitamos a hacer la ruta de #Vadesentits, una ruta preparada con varios códigos QR escanejables que os darán información de la historia de Llíber de una manera diferente, interactuando con los cinco sentidos. El mirador está situado al calvario, entre los Planes de Xaló, la montaña del Collado, la muntanyeta de Llíber y el barranco de la Cuta, la panorámica que ofrece muestra la verdadera esencia del pueblo, es uno de los pocos parajes de la Marina Alta que ha pervivido a lo largo del tiempo en el cultivo de cepas, dado que la gran mayoría fueron devastados con la llegada de la fil·loxera. Actualmente, la pasa, continúa siendo uno de los motores económicos y elemento central de muchas de las fiestas de la población.
Al acabar la visita por Llíber iremos a Senija, situado a la parte sudeste del interior de la comarca, que ofrece muchos atractivos que hay que visitar entre los cuales destacamos los siguientes:
- El MOS, un museo de arte urbano al aire libre donde los lienzos son las fachadas de las casas.
- La cueva de la Garganta, de poca profundidad, pero que fue el refugio de un bandolero llamado Tona, que robaba a los comerciantes que iban o venían por el camino Viejo de València.
- La Cruz de Senija, donde nos dirigiremos para contemplar la panorámica de toda la cuenca del Gorgos con la desembocadura al pie del Montgó, las vistas del municipio de Benissa con el Peñasco de Ifac y la sierra de Oltà al fondo y hasta la Torre de la Cabeza de Oro de Moraira, punto que visitaremos el tercer día de la experiencia.
Para finalizar la jornada nos dirigiremos a la población de Pedreguer, se encuentra en la mitad norte de la comarca, en una llanura conreable fértil cerrada por la montaña Grande en el suroeste y el Montgó en el nordeste. El Mirador de Mirabarques se construyó a la cumbre de la montaña en 1998, obra de la arquitecta Lourdes Garcia Sogo, la estructura se levanta sobre una plataforma circular, de unos 18 metros de diámetro. Se trata de un monumento de estructura metálica que sostiene una plataforma semicircular de madera. Desde allí podremos observar como se esconde el sol a nuestra espalda y la panorámica que nos deja de los municipios y las montañas costeras como el Montgó.
La próxima jornada la empezaremos desde el Cabo de Sant Antoni, recomendamos pasar la noche por algún pueblo de las faldas del Montgó.
Día 3 - La costa de la Marina Alta
Hoy viajaremos por la costa de la comarca, entre acantilados y playas, primero visitaremos el Cabo de Sant Antoni, al parque natural del Montgó, tiene unas particularidades tanto geográficas como paisajísticas, porque se encuentra sometido en un fuerte hidrodinamismo que indica una topografía submarina variada con varios sustratos, como la posidonia, los cuales lo hacen único y de mucha riqueza ambiental. Desde aquí podremos observar Jávea, tendremos una visión única de su puerto y la zona de costa, también al fondo el Cap Prim y la Isla del Portitxol, el Cap Negre, las antenas del Puig de la Llorença y si giramos la vista tenemos también una panorámica única del Montgó.
Continuaremos camino en el municipio de Xàbia, rodeado de mar y montaña, está enmarcado por los contrafuertes de las Planes del cabo de Sant Antoni, en el norte; el Montgó en el noroeste; el valle del río Gorgos que cruza el término de oeste a este; y en el sur las montañas de la Granadella y el cabo de la Nao. Xàbia cuenta con una ruta, la Ruta de los Miradores que recorre los 13 miradores más importantes del municipio en bicicleta, tiene una longitud de 27,2 kilómetros y una duración aproximada de tres horas. Nosotros visitaremos el mirador del Ambolo, el mirador del Cabo de la Nao y el mirador de la Cruz del Portitxol, desde estos tres puntos observaremos las calas y acantilados que forman la costa, la Isla del Descubridor y la Isla del Portitxol, contemplaremos el ruido de las olas rompiendo en las rocas, el vuelo de las gaviotas y las espectaculares vistas del mar Mediterráneo, si el día nos acompaña, desde estos puntos podremos observar al horizonte, la isla de Ibiza.
Después de visitar la costa de Xàbia y almorzar en alguno de los miradores disfrutando de los paisajes, nos dirigiremos por la CV-747 en Poble Nou de Benitatxell, enclavado en un lugar espectacular de la costa de la Marina Alta, entre el cabo de la Nao y la cabeza de Oro, entre cinchas y acantilados que esconden pesquerías y las cales Lebeche, Moraig y de los Testos, con un patrimonio natural subacuático y geológico destacable: un río subterráneo, fallas y cuevas al lado del mar.
Subiendo al monte de la Llorença se encuentra el Mirador del Pueblo, que ofrece una gran panorámica de todo el casco urbano de Benitachell, con su particular dibujo piramidal coronado por el campanario. Alrededor del Pueblo Nuevo, se ubican los términos contiguos de Xàbia y Teulada.
Además, en días claros es posible divisar, hacia el norte, una gran imagen del perfil de la costa valenciana, que recrea el límite marino hasta llegar al golf de València. Girando hacia el sur y del interior hacia la costa, se encuentran formaciones montañosas como por ejemplo Bèrnia, Oltà o el Peñasco de Ifac. Se trata de una vista singular, puesto que se observa el Mediterráneo a los dos lados de nuestra ubicación.
Continuaremos la experiencia por la CV-737 dirección a Moraira, que junto con el núcleo poblacional de Teulada forman el municipio de Teulada, situado en la franja costera, en la parte sudeste de la comarca. Destacan el castillo de Moraira, el marjal del Senillar y la torre del Cap d'Or, una torre de vigía y defensiva del siglo XVI que se construyó en 1563 para proteger el litoral de posibles incursiones piratas.
Dejaremos el coche al parking de la Cala del Portet para hacer la ruta que sube hasta la torre, puesto que por la senda hay dos miradores que dan a la costa de la Cap d'Or, construidos con madera y en dos zonas donde la tranquilidad de la natura y el ruido de las olas nos ayudan a contemplar las maravillosas vistas. Su campo visual alcanza desde el cabo de la Nao por el norte hasta el Peñasco de Ifac en el sur, y en días claros llega hasta la sierra Helada.
Al bajar de la ruta podremos pasear por la playa del Portet y comer en algún restaurante, en Teulada y a Moraira es muy típico lo hierve, el arroz a banda o la paella con sardinas y espinacas, todo convenientemente acompañado con una buena copa de vino de sus campos de viñas.
Para finalizar la experiencia iremos hacia el Mirador del Morro de Toix por la CV-746, una carretera que travesía toda la costa desde Moraira hasta Calp, pasando por las diferentes calas de Benissa.
Al llegar a Calp iremos a buscar la carretera que nos lleva hasta el Morro de Toix, si nos desviamos por las urbanizaciones, podremos hacer una paradeta en la Muralla Roja, una edificación del arquitecto Ricardo Bofill con una arquitectura que se adapta a la topografía del acantilado donde se encuentran. Un conjunto arquitectónico conformado por dos edificios: Xanadú y el Anfiteatro.
Ya al mirador del Morro de Toix, cerraremos la experiencia con la panorámica de la Bahía de Calp y la costa de la Marina Alta y el mar Mediterráneo que nos deja el mirador, podremos divisar todos los puntos que hemos visitado hoy, así como ver la panorámica de Oltà y Bèrnia a su detrás. Además, es un punto estratégico para observar Ibiza los días claros y ver como, allá del Mascarat (hito geográfico y barrera natural de la comarca) se abre la otra Marina con la increíble Altea y sus icónicas montañas: el Puig Campana y lo Ponoig.
* Esta experiencia está pensada para hacerla en tres días, a pesar de que cada persona la puede adaptar a sus capacidades y preferencias. Desde la MACMA recomendamos que la ruta se haga en fin de semana, de viernes a domingo, para poder disfrutar el sábado del mercado de la Tierra de Xaló. Si queréis ampliar vuestra experiencia y visitar otros lugares elevados, recomendamos hacer las rutas que suben a la cumbre del Montgó y el Fort de Bèrnia. Además, si el que voláis es ampliar la información o elementos a visitar de cada pueblo, podéis entrar a la página web de Descobrim la Marina Alta y personalizar esta ruta.
Para el mes de abril hay muchas actividades programadas para celebrar la pascua, también tenemos el Mitja Fava Fest en el Poble Nou de Benitatxell, Fuera d'Órbita en Orba, la Y Feria Agroecológica y del Territorio en Parcent y los Encuentros 2024 de la escuela valenciana en Pego. Consulta toda la programación cultural, juvenil y deportiva a nuestra Guía MACMA.
Podéis seguir la experiencia de abril mediante este mapa.
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